Don Vicente marcó toda una época en la Arquidiócesis de México; su testimonio limpio y consecuente se transformó en semilla de vida para muchas generaciones. Humilde, bueno, bondadoso, limpio de corazón e infatigable en la noble labor de llevar almas a Dios, este gran hombre practicó en grado heroico la tolerancia, la comprensión, la solidaridad y el compañerismo; enseñaba a sus semejantes a hablar con el Padre para poder hablar al mismo tiempo, y con el mismo lenguaje a sus hermanos; era un hombre sabio que supo comprometerse con la vida y ser un verdadero obrero en la viña del Señor.
Vida y obra
Don Vicente Martínez Vázquez, nació el 25 de Junio de 1923 en la ciudad de México; sus padres fueron Vicente Martínez Díaz, originario de Santa Martha de Ortiguera, provincia de la Coruña España, y doña María de los Ángeles Vázquez Delahanty de la ciudad de México.
Cuando Vicente cursaba estudios de educación primaria su madre enfermó y tuvo que ser hospitalizada. Esto lo obligó a dejar la escuela para cuidar a doña María, durante su estancia en el hospital. Estas visitas diarias fueron claves en su vida pues durante horas practicaba profundamente con su madre sobre la importancia de servir al prójimo e ir ganando almas para el Señor. Doña María falleció el 3 de enero de 1934, cuando Vicente tenía escasos 11 años de edad.
En aquel entonces, su padre viajaba constantemente por cuestiones laborales y esto le impedía hacerse cargo de sus hijos, por lo que Vicente y sus dos hermanos, Cándido y Laureana, tuvieron que irse a vivir con la señora Elena Martínez de Velasco -madrina de bautismo de Vicente-, quien se encargó de seguir fomentando en ellos la misma espiritualidad que su madre.
Acompañado de su madrina, Vicente y sus hermanos asistían diariamente a Misa en una iglesia ubicada en la delegación Azcapotzalco; ahí recibió el primer llamado del Señor. Durante algún tiempo él y su hermano Cándido sirvieron al templo en calidad de acólitos; más tarde en 1936 a la edad de trece años, el sacerdote de la parroquia lo orientó para que ingresara al Seminario de Querétaro. Por aquellos días recibió la triste noticia de la muerte de su padre.
En 1940 Vicente descubrió que se vocación no era el sacerdocio por lo que concluyó el estudio de la latinidad, terminando esa etapa de su vida como seminarista. Posteriormente vivió con los señores Agustín Prado Pichardo y la señora Concepción Barrientos de Prado, quienes fueron para él unos verdaderos padres, lo mismo que su hijo Agustín Prado a quien consideraba un hermano entrañable.
Con el apoyo de la familia Prado, Vicente continuo sus estudios en el Colegio Cristóbal Colón, concluyendo la carrera de contador en el IPN. El 15 de Noviembre de 1946. A la edad de 25 años, contrajo matrimonio con la señorita Rosaura Hermida González, con quien tuvo seis hijas: María de los Ángeles, Rosaura, María Luisa, María Concepción, María del Carmen y Laureana Dulce María.
Su amor a la Iglesia lo llevó en un principio a dar charlas de espiritualidad en la Acción Católica; posteriormente junto con su esposa, formó parte de la dirección de matrimonios en el Movimiento Familiar Cristiano, y mas tarde participó en Cursillos dé Cristiandad haciendo una gran labor en varias parroquias de la Arquidiócesis de México.
Inquieto por la falta de seguimiento de las generaciones que salían de los grupos de cursillos y su tenacidad de fundación de más ultrellas y no viendo resultado.
Inició el 21 de Mayo de 1972, inspirado por el Espíritu Santo junto con otros hermanos un proyecto de servicio parroquial. Y formalmente surge el ELSP, como una organización de laicos comprometidos en colaborar con la misión pastoral de la Iglesia a través de la ayuda al párroco. Ante la necesidad de formar agentes laicos en materia de piedad, estudio y acción católica. El 1er. domingo de Pentecostés de 1975 comenzó a funcionar el Instituto de Formación para Laicos al Servicio de la Pastoral Parroquial (IFLSPP), conocido comúnmente de manera abreviada Escuela de Pastoral, en el cual fungió como Coordinador General hasta septiembre de 2003 en que el hermano Francisco Javier Albarrán González fue elegido Coordinador General. "El fundador de la Escuela de Pastoral es el Espíritu Santo yo sólo soy un instrumento para que Dios realice su Obra", decía don Vicente. Actualmente esta Obra de don Vicente ha llegado a 58 diócesis en México y 11 en el extranjero y una misión en Luanda.
Un padre
El amor que don Vicente profesaba a la Iglesia lo demostró con su trabajo, con su entrega al apostolado y la obediencia y admiración a la jerarquía. Hoy quienes lo conocieron de cerca extrañan su paternal afecto, sus reflexiones, su modo pausado de andar, su sencillez y humildad, sus bromas y alegría, su firmeza y entereza. Y es que hoy el hombre de la "gran memoria", el hombre enamorado de Dios y de su Iglesia esta en brazos del Señor. El hermano Vicente Martínez Vázquez falleció el 3 de noviembre de 2005 y el Cardenal Rivera Carrera ofreció la Catedral Metropolitana para que fuese velado.
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Tomado del Enlace No. 2 de mayo de 2012. A su vez, éste fue tomado del periódico Desde la Fe del 13 al 19 de Noviembre 2005.
Nota: Se puede ver la conferencia sobre nuestro hermano Vicente en el siguiente enlace: https://escueladepastoralpuertoescondido.blogspot.com/2019/01/conferencia-sobre-nuestro-vicente.html
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